Escenarios para jugar: una oportunidad para aquellos que más necesitan

Durante la actual gestión de la Municipalidad de Santa Fe se desarrollaron diversos programas que, en forma sincrónica, se direccionan hacia la oportunidad de encuentro y disfrute que produce lo estético. Veredas para Jugar surge en la pandemia, con la necesidad de utilizar espacios abiertos; Escuela Rodante se propuso generar distintos vínculos con el arte y las materialidades entendidas como aspectos fundantes para la construcción de vínculos; y la Comisión Social del Afecto, pensó y se ocupó de las infancias.

Por su parte, los Escenarios para jugar proponen diferentes narrativas vinculadas al vuelo, el teatro, las palabras, las letras y los títeres, a los afectos y el corazón. Está en línea, con la Comisión Social del Afecto, las familias de las niñas y los niños que asisten a los Jardines Municipales confeccionaron distintos elementos que hoy habitan las salas (mantas, almohadones, alfombras, títeres, colgantes) que buscan poner en valor el color, las materialidades y la imaginación, entendiendo que esta forma de hacer a través del arte también genera calidez en cada una de las salas para conectar con las infancias. 

Al respecto, la subsecretaria de Gestión Cultural y Educativa municipal, Huaira Basaber, explica que “el arte que desarrollamos promueve sensibilidad y hacer sentir el afecto y el arte de estar juntos, mientras que el arte en la vida cotidiana incentiva a una cultura que prioriza los vínculos. Esto va en coincidencia con la política que hemos llevado adelante todos estos años, con una intención ideológica de que la belleza en el espacio público es una oportunidad para aquellos que más lo necesitan”. 

Así es que los escenarios para jugar invitan a múltiples interacciones: “En la sala del vuelo se pueden desarrollar actividades vinculadas a nuestros pájaros pero también a la búsqueda de la humanidad y su deseo de volar. Entonces la sala de vuelo tiene diversas posibilidades incorporando la importancia de que fueron pintados por las familias”, detalla la funcionaria. Las niñas y los niños pueden ir explorando las distintas salas ya que las narrativas permiten moverse en los espacios. Estos escenarios están presentes en los 17 Jardines Municipales, de los cuales los de Villa Hipódromo y Loyola fueron pioneros en esta experiencia.

“En la Sala de las Musas del teatro y los títeres se incentiva el mundo mágico de los objetos, la posibilidad de crear personajes, disfrazarse y contar historias”, agrega Basaber sobre otro de los escenarios creados. De este modo, “generar un espacio vinculado al teatro y los títeres potencia la construcción de historias siendo parte de las mismas, jugando y deconstruyendo estereotipos”, insiste.

Es importante destacar que no se trata de una muestra con objetos sino de un espacio colaborativo y participativo, donde se comparten elementos vinculados al arte y a un proceso en el que está involucrada la familia para participar, construir y hacer. Pero, además, para aportar lo que sabe, porque muchas familias han acercado sus conocimientos y esto va generando aperturas y nuevas ideas.